¡Tengamos mucho cuidado en no matar al mensajero!
Últimamente los servicios para compartir videos están sufriendo multitud de críticas, ataques e incluso condenas judiciales. En un enfoque simplista, podríamos decir que únicamente fomentan el narcisismo, el individualismo e incluso prácticas que podrían traspasar la legalidad. Esto nos llevaría a una recomendación inmediata de cierre.
Sin embargo, utilizados desde otro tipo de enfoques, los ‘youtubes’, ‘dailymotions’, y ‘google videos’, se pueden convertir en importantes herramientas para compartir conocimiento, para dar a conocer causas olvidadas, para lanzar campañas de todo tipo, etc…
Podemos encontrar videos explicando la vida de distintos animales, o denunciando la terrible situación de los desplazados por las guerras o lanzando el mensaje ganador de Obama…
Y este tipo de videos si que hacen comunidad, si que abren un foro de debate para los inquietos, si que cuestiona, informa, interroga y da lugar a los comentarios, a la generación de nuevos videos… en definitiva a la creación de opinión y posición.
Posiblemente en los próximos años veamos un cambio en el modelo de servicios de intercambio de videos y vayamos hacia un modelo más especializado y culto, en el que la gente realmente interesada en los distintos temas pueda ver satisfecha su curiosidad sin tener que visualizar chiquilladas ni gamberradas… aunque deje de ser gratuito.
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