En los últimos años, la publicidad ha experimentado grandes cambios, especialmente en el ámbito de la ética. Actualmente, todos los sectores implicados plantean la necesidad de una autorregulación publicitaria, que supone la aplicación de códigos de deontología, la mediación y la consulta prevía por parte de diversos órganos como el Jurado de Ética Publicitaria de la Asociación de Autocontrol de la Publicidad.
Ramos, en su artículo, también propone como tema de discusión la polémica existente entre la publicidad informativa y la publicidad persuasiva. En este sentido, se describe la publicación de un conjunto de normas a nivel legal que regulan la competencia desleal, la licitud publicitaria, la defensa del consumidor, etc. Especial tratamiento se ofrece a la Ley de Defensa de los Consumidores, que concreta de forma explícita actuaciones dirigidas a la defensa del consumidor relacionadas con el acceso de éste, a la publicidad.
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/rdleg1-2007.html (Ley de Defensa del Consumidor)
Algunos ejemplos de publicidad engañosa tomando como referente el marco normativo los podemos encontrar en el siguiente enlace:
http://www.mecon.gov.ar/secdef/basehome/lealtad_com4.htm
¿Toda esta normativa que regula la publicidad a nivel estatal y global merma uno de los derechos básicos del ser humano, como es la Libertad de Expresión?
En principio, no. La Libertad de Expresión en publicidada está regulada por la ley, tomando como referente el resto de libertades y derechos sociales. Por esa razón, esta forma de comunicación y su control deben partir de una autorregulación reflexiva y ética, en la que participen de forma voluntaria publicistas, consumidores, etc.
Esta autorregulación irá dirigida a mitigar alguno de los efectos negativos que puede tener la publicidad persuasiva en los ciudadanos. Entre ellos, podemos destacar: la competencia desleal, el engaño, la publicidad sexista y la falta de protección de los menores ante la publicidad.
Pero, seamos realistas, a pesar de la existencia de estos acuerdos adoptados de forma voluntaria y de la normativa legal que se encuentra en la base, todos los días nos enfrentamos a un mayor número de anuncios persuasivos que informativos, que en muchos casos hechan por tierra, la tan nombrada por todos Libertad de Expresión. Anuncios que muestran resultados imposibles con sólo comprar un producto y extenderlo generosamente, imágenes que muestran a la mujer como un objeto, etc. Por es razón, es necesario que la sociedad de la información, siga apostando por una publicidad verdaderamente informativa que facilite la toma de decsiones del consunidor.
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