En el contexto actual en el que nos encontramos, políticos, profesores, cuidadanos plantean la existencia de un escenario complejo, una crisis nos sólo económica si no también de valores. Pero,¿han perdido valor los valores?
Responder a esa pregunta resulta extremadamente complejo. En este momento de incertidumbre, los valores debido a su propio carácter intrínseco son tratados por muchos con cierta relatividad. Parece que la vacilación o la conveniencia ante un determinado valor se apoya en los intereses que cada persona e incluso grupo político persiga en una situación concreta. Este aspecto, complica el establecimiento de compromisos firmes que faciliten el análisis y la solución de los problemas, especialmente en el ámbito político lo que inexorablemente nos sitúa en una cultura política débil.
Los valores, por tanto, se utilizan como armas arrojadizas que permiten justificar lo injustificable desde una perspectiva subjetiva y poco discutible. Este proceso, complejo y bastante preocupante también se viene observando respecto al tema de la moralización, donde la nuevas tecnologías han entrado de lleno. Durante los últimos años se ha intentado aportar planteamientos sólidos que intenten resolver el complejo dilema que generan las TICs en relación a la ética. En este momento, se ha avanzado mucho respecto a este tema, pero es necesario seguir trabajando de manera colegiada en el mismo.
Responder a esa pregunta resulta extremadamente complejo. En este momento de incertidumbre, los valores debido a su propio carácter intrínseco son tratados por muchos con cierta relatividad. Parece que la vacilación o la conveniencia ante un determinado valor se apoya en los intereses que cada persona e incluso grupo político persiga en una situación concreta. Este aspecto, complica el establecimiento de compromisos firmes que faciliten el análisis y la solución de los problemas, especialmente en el ámbito político lo que inexorablemente nos sitúa en una cultura política débil.
Los valores, por tanto, se utilizan como armas arrojadizas que permiten justificar lo injustificable desde una perspectiva subjetiva y poco discutible. Este proceso, complejo y bastante preocupante también se viene observando respecto al tema de la moralización, donde la nuevas tecnologías han entrado de lleno. Durante los últimos años se ha intentado aportar planteamientos sólidos que intenten resolver el complejo dilema que generan las TICs en relación a la ética. En este momento, se ha avanzado mucho respecto a este tema, pero es necesario seguir trabajando de manera colegiada en el mismo.
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